«Grabando voces, registrando letras»

Personas mayores de la ciudad de Mar del Plata ponen su voz al servicio de la Biblioteca Parlante, una iniciativa que buscar acercar la lectura a personas con discapacidad visual.

Por Silvia DeVito*

De líneas simples, rectas, grafitado en casi todas sus paredes por el arte urbano, no deja traslucir lo que pasa en su interior. Allí funciona la Biblioteca Parlante de Mar del Plata, donde vecinos mayores de la ciudad se presentan voluntariamente para una tarea maravillosa: darle voz a cientos de libros y así permitir que la lectura sea accesible a personas con discapacidad visual.

Ni bien traspaso sus puertas me encuentro con una espaciosa recepción flanqueada por estantes repletos de grabaciones en distintos formatos tecnológicos, folletería y obras de arte. Se percibe alegría y dinamismo en el lugar, escucho voces, risas. Me recibe Liliana, la encargada del lugar. Yo me dispongo a encontrarme con Samuel y Norma, dos de los tantos voluntarios rotativos y, en su mayoría, mayores de 60.

Samuel (71) se encuentra en una moderna cabina de grabación a punto de comenzar a leer. Es un escritor rosarino residente en la ciudad, quien hace muchos años se acercó a la biblioteca por curiosidad. Desde ese día dedica varias horas semanales a registrar su voz para que un cuento, una novela o lo que deseen llegue a los oídos de niños y adultos que lo están esperando y sin duda lo merecen.

Lejos de pensar que solo importan los grandes premios de la literatura, dio la voz y narró desde la fantasía de Harry Potter hasta las novelas rosas de Danielle Stell. Insólitamente nunca grabo nada propio; se niega a hacerlo y minimiza el valor de su obra, mostrándose totalmente predispuesto a satisfacer las variadas demandas que recibe.

Norma (que por coquetería prefiere no decir su edad) comenzó acompañando a su marido ciego a los talleres de italiano. Hace dos años se convirtió en lectora. Mientras él cursa, ella graba. Asegura amar la lectura, pero sobre todo, disfruta el sentir que al narrar, su voz le brinda a otro la posibilidad de viajar.

Norma y Samuel forman parte de un grupo de voluntarios a quienes semanalmente se les asignan lecturas y horarios de grabación. Cada libro demanda 30 horas o más de lectura y, para no crear confusión, se trata de que las obras las lea una sola persona. Durante mi visita a la Biblioteca aprendí que un libro leído por diferentes voces es como un texto escrito en tipografías diferentes.

“A diferencia de las bibliotecas convencionales que tienen una línea de desarrollo en la colección, nosotros la definimos con lo que quiere el lector. Las personas se acercan a pedir los libros que desean grabar y los voluntarios de la biblioteca se encargan de hacerlo”, me explica Liliana.

Una biblioteca con historia

El edificio donde funciona la biblioteca fue construido en 1983 como resultado del trabajo solidario de la comunidad, la Comisión Asesora de Amigos de las Bibliotecas Públicas y la Municipalidad del Partido de General Pueyrredón.

Su actividad en pos del desarrollo cultural y educativo de las personas con discapacidad visual, así como de todas aquellas personas que en forma permanente o transitoria no pueden acceder al texto impreso, fue complementada con una intensa labor hacia la comunidad.

Esta acción se ha visto favorecida por la creación de espacios de disfrute común, a través de talleres de teatro, música, idiomas, cerámica, totalmente gratuitos para los no videntes y abiertos también a toda la comunidad.

Miles de personas y en especial alumnos de todos los colegios y niveles concurren a conocer no sólo la labor que se desarrolla en este establecimiento pionero en nuestro país y en Latinoamérica sino a debatir la problemática de la discapacidad y la importancia de la lucha contra todo tipo de discriminación.

La biblioteca es una asociación de personas que se organiza para ofrecer un servicio. Esa asociación está cristalizada en la labor coordinada del personal municipal que desarrolla funciones en la biblioteca. A su vez, en la labor solidaria de alrededor de un centenar de voluntarios, pieza fundamental de esta institución, que ha posibilitado la grabación de más de 5.500 obras.

Para mayor información: https://www.facebook.com/biblioteca.parlante/

Silvia DeVito

Nací en CABA unos días antes de que comience el invierno, pertenezco a la generación baby boomer. Desde que tengo memoria estuve rodeada de Arte. Libros y cuadros acompañaron mi niñez y adolescencia. Mi madre, su padre y hermanos trabajaban en una editorial ya desaparecida, ellos cartógrafos todos, volvían todas las semanas cargados de libros que yo leía ávidamente.

Me casé, tuve hijos, y seguí leyendo. Un día nos vinimos a vivir cerca del mar, y comencé a escribir, y me jubile, y me hice voluntaria. Gradualmente me reencontré con el Arte en todas sus variantes. Fui parte de MultiplicARTE un proyecto que me acerco a la Fundación Navarro Viola y permitió formarme como Comunicadora Cultural en el Museo MAR. Integro el grupo ACAM una Asociación Cultural de Arte en Movimiento. Me perfecciono permanentemente realizando Talleres, seminarios y cursos sobre Historia del Arte, Literatura, Periodismo, y Narrativa en la Universidad Atlántida. Soy miembro de Creando RED; colaboradora en narrativa de la sesión Féminas en un blog Español, y participe con mis cuentos cortos cortos y microrelatos en dos libros grupales ya editados. Sigo ligada a la Fundación que me permite seguir colaborando y ser parte de diferentes proyectos que me nutren y me forman. Alguna vez me pidieron hiciera mi autoretrato y esta soy:

Difícil de convencer, fácil de abrazar, no acepto nada sino estoy segura que me hace crecer, me enseña, me enriquece internamente.

Las manos me pueden si vienen tendidas, extendidas, acariciadoras; con los dedos envolventes de amor y las yemas sanadoras de ausencias.

Me dejo llevar y también llevo.

Mis ojos que vieron tanto, a veces siento que no vieron nada…

Todos los días trato de recorrerme para no olvidar el camino, para que no lo tape la maleza.

En lo andado dejo pistas, pequeñas migas…

Algunas se las llevan los pájaros, unas pocas pasan inadvertidas y son pisadas. La lluvia se lleva otras tantas. Las demás son  recogidas, guardadas en los bolsillos, en la boca, en el alma!!