Trabajar por los extremos de la vida implica enormes desafíos. Por eso, fortalecemos entornos que favorecen el desarrollo pleno en los primeros años y promovemos la inclusión y el bienestar durante el envejecimiento. Acompañamos a quienes cuidan, enseñan, investigan, comunican o gestionan políticas públicas con la convicción de que una sociedad justa y equitativa se construye con la participación activa de todos.
Desde hace cinco décadas, nuestra labor se apoya en tres pilares fundamentales: la educación, la medicina social y la atención a las personas mayores. Hoy, esos pilares se proyectan hacia el futuro con una visión clara de transformación: que todos los niños y niñas de 0 a 5 años accedan a oportunidades para desarrollarse plenamente, y que todas las personas mayores puedan envejecer con dignidad, inclusión y bienestar.