Ana Isabel Serra nos cuenta los momentos que más recuerda de sus 82 años. Vive en la pampa húmeda, más específicamente en Leones. Los recuerdos son su sostén y su presente en el camino. Te invitamos a conocerla. 

En este momento de mi vida cuento estas vivencias con mis 82 años. Es muy grato compartir parte de mis andanzas, me siento realizada, no acabada, como muchos de mi edad lo dicen: me gusta el deporte.  Hasta hace poco concurrí libremente a natación, nadando mil metros, también fui a gimnasia en el Centro de Jubilados y realicé caminatas.

Todo esto hasta que empezó la pandemia, con ella, me las arreglé para pasar el tiempo sin aburrirme, me gusta cocinar, cuidar las plantas y muchas cosas más. En este momento, estoy retornando a mis actividades de siempre.

Estoy casada y tengo felizmente cuatro hijos, un varón y tres mujeres, que me dieron once nietos, cuatro que están en Leones conmigo, y los otros distribuidos por el país, con diversas edades que va desde los treinta y dos a la más pequeña con sus nueve años.

Tuve una infancia feliz, viví y me crié en el campo, hasta los veintitrés años que me casé con mi marido, nacido también en Leones. Nos conocimos cuando yo tenía diecisiete y él diecinueve, por lo que llevamos cincuenta y nueve años de casados más aquellos cinco años de novios, muchos años juntos, compartiendo momentos felices y tristes, toda una vida. Nos adaptamos a la vejez, tanto él como yo decimos “no somos viejos”, el tema es solamente, que pasaron muchos años.

Anécdotas de mi vida, hay muchas, buenas, risueñas, con mis hermanos y mis padres en el campo, el pueblo y la escuela. Todos los olores de ese tiempo los tengo en mi memoria, con mucha nostalgia.

Todavía siento los ladridos de los perros a la noche, los cantos de los gallos al amanecer, el olor del pasto recién cortado, el perfume de las frutas del monte de mi casa, la alfalfa, el aroma de la cosecha de trigo, todo me gustaba y se sentía distinto. El canto de los pajaritos salvajes, pechos colorados, amarillos, palomas grandes y torcazas, también de los teros… que los escucho en este momento… ¡ay qué hermoso!… Recuerdo correr las mariposas de todos colores… y estos recuerdos me hacen sentir en este momento como si los estuviera viviendo.

Vivo en mi presente muy feliz, haciendo lo que me gusta, los recuerdos son mi sostén y mi presente es mi camino.

Me siento feliz, gracias a Dios acompañada con mi marido, hijos, nietos, hijos políticos, me siento querida y cuidada. Estos son mis recuerdos y mis vivencias después de los 60 años. 

Ana Isabel Serra, 82 años, León (Córdoba)