Esta historia la recibimos por parte de Yamila, auxiliar de enfermería, quien participó del Taller de Herramientas Gerontológicas que impulsamos en el 2021 en el marco de Voces Mayores. Gracias a esta propuesta Yamila presentó la historia y vivencias de uno de sus pacientes, Enzo(85) Él le permitió expresar estos recuerdos de vida. ¡Gracias a Enzo y a Yamila!
Nací en 1935, en un hogar muy humilde, y que hoy en día al recordarlo me llena de nostalgia, Bell Ville, en la provincia de Córdoba.
Al cumplir 7 años inicié mis estudios primarios, mi padre se las rebuscaba para llevar el pan a la mesa, conducía un camión que dotaba de muchos años atrás, hombre sumamente trabajador. Recuerdo encontrar la única diversión jugando al fútbol en aquellos caminos de tierra con mis amigos de la niñez.
Al cumplir 13 inicié mis estudios secundarios durante la noche, cumpliendo también con mi primer trabajo en un taller de carpintería haciéndolo con verdadero sacrificio, a la fecha me acompañan cicatrices de la experiencia: cada vez que utilizó mis dedos índice, medio y anular me recuerdan a varios incidentes.
Al concurrir en la escuela superior de comercio concluí con mis estudios secundarios. Ingresé a la facultad de derecho obteniendo el título de escribano público, ejerciendo el título por 30 años.
A lo largo de estos años formé una familia, constituida por mi esposa y 3 hijos que me dieron la alegría de tener nietos y bisnietos, todos estudiosos, profesionales o camino a ello.
En la actualidad, vivo en Córdoba, intentando disfrutar mi vejez con toda mi familia, tratando de sobrepasar la pandemia, y los cambios que ésta me ocasionó, incluyendo nuevas adaptaciones. Nunca esperé ver a mis médicos por la pantallita, escuchar los tangos, sin esperar a que me los pasen en la radio. Cabe destacar la compañía de la “asistente” que hoy me propone escribir estas palabras dejando mi huella de paso por esta vida.
Siempre tuve presente la gracia de Dios, que me ayudó mucho.
Éste es un resumen de mi paso por esta vida, les comparto una frase que me acompañó siempre: “Sí de mí dependiera, quemaría tus ideas, pero daría mi vida por el derecho que tú tienes de tenerlas“.
Enzo Valentí , 85 años Belle Ville (Córdoba)